Opción existencial
Hay momentos en que contemplamos
todo lo que nos rodea y sólo podemos decir: un profundo respeto por la
naturaleza humana, dejando que todo siga su curso o vague según el impulso que
cada quien le imprima. No soy un predicador, jamás siquiera lo he intentado. En lo personal suscribo la idea de no conocer ninguna otra fidelidad que no sea la que va legando la
inteligencia, el ejercicio del sano intelecto, la sapiencia, la elevación
espiritual, y la actitud culta; las demás, la de los amigos, vecinos, incluso
familiares, me son secundarias.
Mi querer es una elección, no una
obligación, siempre debemos elegir a quién querer. –así como hay afectos que no
nos pertenecen, hay guerras que jamás debemos suscribir porque tampoco son
nuestras. Tan inútil es, heredar odios como amores; cada quien fabrique su
cadena, levante las paredes de su celda o abra la puerta de su libertad. Sin que
olvidemos que los gestos inútiles intoxican tanto como la palabra vacía, necia,
sin sentido, gente de la que hay que huir, esa que habla por hablar, o la que
es hablada por otros, sin voz propia.
Busco en el encuentro con cada
persona apreciar una dimensión del Ser, lo demás hace tiempo ha dejado de interesarme,
en mi acción libertaria la única fidelidad que endoso es la que tengo hacia mí
mismo, como eco de la filosofía hedonista que define mi existencia- [Filosofía Libertaria – Douglas González]
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