martes, 3 de marzo de 2015


Evito ser

Evito ser como ese hombre que se asomaba a la ventana cada 21 días para ver en las nubes del cielo el designio que le permita salir a tomar el Sol.
Quizás Influenciado por el espíritu de una de esas mujeres invisibles que viven cazando afrentas donde no las hay, tallando todo lo que ven equívocamente en la piedra angular de los resentimientos.
Llevándola con todo su peso sobre los hombros, mirando su propia incomprensión en el borde de los abismos.
A veces somos una sombra que pasa pegada a la carne que además del sabor de la sal, nos revela la sed  ignota de una trascendencia perdida en la memoria de los diez mil seres,
cuando aún éramos un inofensivo polvo de estrellas
Creyéndonos más privilegiados que esa Mariposa cuya eternidad está cifrada en menos de 24 horas,
Si nace de día jamás llegará a conocer la celosa estela oscura de la noche, porque la vida sólo le alcanza, o para vivir bajo el Sol o para ser regida por la conmovedora Luna, pero nunca logra convivir con la magia de los dos suspendidos en la distancia celestial, seduciéndose, persiguiéndose hasta ocultarse, uno tras otro en el horizonte de la tarde y del amanecer, o batallando en la desvariación de los eclipses.
Miles ha antecedido tus pasos por esta tierra, todos con el ego insuflado de grandeza, lo único que no debes olvidar es que tus pasos cada día pasan por sobre todos ellos, hoy viajeros interminables hechos polvo. (D.G)



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