Douglas González

Jean Baudrillard: La realidad NO existe

“Las imágenes son las asesinas de la realidad” dice Jean Baudrillard, considerado el genio sociólogo de nuestra era. “En este mundo la realidad no existe. Es simple y al mismo tiempo no tanto” me comenta el maestro al internarnos en una discusión profunda de la cultura y sus simulacros. 

“Usamos las imágenes para construir lo que llamamos realidad. Nosotros percibimos el mundo a través de los sentidos y creamos una imagen. La palabra `creamos´ es clave, pues cada quien percibe el mundo de una manera distinta, por lo que nuestras imágenes son diferentes”  Baudrillard, un hombre viejo y sabio, despreocupado que sabe lo que quiere y sabe quien es, que curiosamente para ser estudioso de la sociedad y las personas, evita tener contacto con ellas, se refugia en su pequeño departamento aquí en París.

Dando un largo suspiro y mirando por la ventana Jean comenta con tristeza “No me gusta la gente, caminan por las calles ignorantes de que están simulando una realidad, ¿Y que es simular? pretender que se tiene algo que en verdad no se tiene. La realidad para todos es remplazada por un simulacro, un mundo que para nosotros es tan real pero para los demás no existe”. Con un cigarro entre sus dedos se sienta poniendo el cenicero en su pierna “La realidad es producto del ser humano para justificar su existencia. Sin este concepto, el hombre simplemente está, no existe, porque no hay una realidad que respalde su presencia”

Su mirada se pierde en el espacio, pensante. 

Calmado y con una irónica sonrisa me ve con una mirada desafiante “¿Sabes por qué cuando una persona muere decimos `dejó de existir´?” La pregunta me tomó por sorpresa, me incliné en mi asiento para pensar.

Le di un sorbo al vaso con licor 43 en las rocas que compartía con el maestro. Él hizo lo mismo, esperando pacientemente mi respuesta. Su ropa era modesta pero cómoda, llevaba un suéter grueso para protegerse de la brisa que entraba por la ventana y unos lentes grandes, pues la edad ya le estaba cobrando la vista. Me llevé una mano a la barbilla, y confiada contesté “Porque como esa persona ya no es capaz de compartir su realidad por medio de un lenguaje, ya no forma parte de nuestra realidad y no cabe dentro del concepto de existencia.” Baudrillard rió complacido “Exacto, la realidad está en nosotros, en nuestras mentes. Fuera de nosotros no existe” y acercando el vaso a sus labios dio un largo trago hasta el fondo. “Dulce, justo como es mi realidad. (Texto: Daniela López)