domingo, 21 de diciembre de 2014


A VECES EL CIELO PUEDE ser sólo lo que alcanzas mirar desde tu ventana, la tierra es un  paraguas sobre el que cubres de sombras el camino, mientras tus pasos van polvo al polvo, como si tu vida estuviera predestinada a cumplir la sentencia de ese libro milenario lleno de memorables historias recogidas aquí, allá y en todos los lugares de la antigüedad. Nada te demostrará, sólo que somos una suma de palabras echadas al viento, y al que volveremos a pesar del abrazo perpetuo de la Tierra, a pesar de que cada mañana con ese oro milagro que es ese Sol de mil fuegos ilumine tu rostro, un Sol que parece como si fuera a quedarse para siempre, pero que a pesar de toda su incandescencia cada tarde cae de rodillas ante en anochecer 
Puedes caminar todos los caminos, pero jamás encontrarás el que te conduzca a la salida. La imaginación es la única ruta de escape, en ella somos imagen y semejanza del hacedor. Sólo los sueños nos hacen volar, sin tener que inventar complicados aparatos de ingeniería. En otros tiempos viajábamos sobre las palabras y podíamos cruzar invisiblemente el cielo y su eternidad, montados sobre nubes de brillantes metáforas.
Hoy cuando veo asomarte al abismo pretendiendo guindar tu vida de un hilo como si eso te bastara para medir las cosas imposibles. Olvidas que primero debes sortear la cotidianidad, esa especie de eucaristía de los sentidos. Pero como todos tú también temes morir, dejar de ser lo que eres, si dejas de cumplir la receta, tanto como temes a esa otra muerte que es la costumbre, temes a todo, incluso la secreta alquimia de tu cuerpo, que cada minuto se acerca a su destino de origen. Tal vez creas inevitable ese destino de ser polvo de estrellas cifrado en ese no-tiempo de la memoria que también es olvido. Pero polvo al polvo aunque no lo olvides –es sólo una gran mentira-, cuando cierres los ojos por última vez, y aquél libro sagrado volverá a ser lo que es, un montón de cenizas ocupando más de mil páginas, mientras tu seguirás viaje sobre las fronteras del tiempo.

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