Musa….la idea con nombre de mujer
(A Marzu..)
Un libro tiene una palabra
fundacional, puede ser algo que mires y se te devuelva en palabras, o una
imagen recurrente que se convierte en perpetua metáfora con nombre definido, y
detrás de ese nombre, a su vez existirá un rostro, la numeración infinita de unos
gestos, el cúmulo de unas costumbres, la alternancia de un oficio y la sumatoria compleja de sus cotidianidades.
Todas y cada una se reúnen cómo pequeñas sombras que tejen la sombra final que
se fijará en el umbral de la palabra que nombra, sugiere, convoca e indica, ya anclada en la memoria,
cincela el perfil de una personalidad con dirección y número postal, cédula de
identidad y número telefónico; todo un catálogo de sus lazos de vida, hijos quizás,
tal vez padre, madre, amigos, ocupación. También trae consigo las horas a
destiempo del café, cuando se detiene a escrutar la calle con la mirada enfocada
en lo del asombro; las ideas y los deseos también marcan una hora de
concurrencia en esos lazos. Quizás esa palabra que da vueltas y vueltas ni
siquiera llegue a formar parte de la historia , tal vez ni le otorgues una lejana sugerencia, pero estará
allí como un ánima, iluminando cada página, deslizándose en cada matiz, al
final de cada capítulo, al darles los giros a alguna frase, será ella la palabra
inevitable que siempre convocará tu memoria, y descubrirás que ese libro, y muchos otros son sólo el pretexto para tratar de asir hacia ti, aquello que como el viento pasa
y te envuelve, pero que no puedes atrapar, y comprendes que esa palabra hecha imagen y convocada en el sonido de un nombre, formará parte de la respiración y del fraseo de tu escritura, algunos la llaman
Musa, la idea hecha mujer que convive como esa estructura ausente y misteriosa en cada
página del libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.